III
Mis manos,
a las que día tras día consiento y quiero,
con las que hablo cuando tú no estás,
con las que me divierto cuando tú no estás, todo hay que decirlo,
con las que trabajo cuando tú no estás, también hay que decirlo.
Mis manos,
a las que día tras día consiento y quiero,
con las que hablo cuando tú no estás,
con las que me divierto cuando tú no estás, todo hay que decirlo,
con las que trabajo cuando tú no estás, también hay que decirlo.
a las 10:35 a. m.
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